- 23jul2015
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Banco Mundial analiza la conducta humana
- Por superadmin
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Neuroeconomía: El informe sobre Desarrollo Mundial 2015 Mente, Sociedad y Conducta del Grupo Banco Mundial, no podría ser más oportuno. El estudio muestra el impacto positivo o negativo de la conducta
Por Dr. Rafael Bello DíazSu enfoque principal es que podemos hacer más por entender y cambiar la conducta humana; refiere el informe que muchos economistas del desarrollo creen que los elementos irracionales de la adopción de decisiones por el ser humano, son inescrutables o que se cancelan mutuamente cuando interactúa un gran número de personas, como sucede en los mercados.
Las investigaciones de los últimos tiempos nos han permitido conocer mejor la conducta de los seres humanos y han demostrado que dichas influencias tienen un impacto significativo en los resultados en términos de desarrollo. La investigación también revela que es posible aprovechar estas influencias para alcanzar los objetivos de desarrollo.
En el informe se describe un conjunto de resultados. Las ideas sobre cómo las personas toman decisiones pueden llevar a diseñar nuevas intervenciones que ayuden a los hogares a ahorrar más, a las empresas a incrementar su productividad, a las comunidades reducir la prevalencia de enfermedades, a los padres, a mejorar el desarrollo cognitivo de sus hijos y al consumidor, a ahorrar energía.
Todas las personas procuran dirigir su propio rumbo y gran parte de las políticas de desarrollo tienen como objetivo brindar a los habitantes de las economías de ingreso bajo y mediano los recursos y la información que necesitan en su camino por la vida.
El informe se basa en los descubrimientos de numerosas disciplinas como las neurociencias, la ciencia cognitiva, la psicología, la economía del comportamiento o neuroeconomía, la sociología, las ciencias políticas y la antropología. Para promover el desarrollo y lucha contra la pobreza, suele darse por sentado que los individuos analizan y toman decisiones meditadas y racionales, pero en numerosos contextos se ignora a los factores psicológicos y sociales, que influyen en la conducta.
Los sujetos no son actores autómatas y calculadores, muy por el contrario, son actores maleables y emocionales, cuyas decisiones se ven afectadas por elementos contextuales, normas sociales y redes sociales locales así como modelos mentales compartidos. Tras el análisis de trabajos empíricos sobre la decisión humana en los que se basa el informe mundial, se destacan tres principios que sirven de orientación para los nuevos enfoques sobre cómo comprender el comportamiento y cómo diseñar e implementar políticas de desarrollo. En primer lugar, los sujetos adoptan la mayoría de sus opiniones y decisiones de manera automática. No deliberan, denominando a esto pensamiento automático. En segundo lugar, el modo en que las personas actúan y piensan, suele depender de lo que hacen y piensan quienes los rodean, denominaremos a esto pensamiento social. En tercer lugar, personas de una sociedad determinada comparten una perspectiva común sobre el mundo que las rodea y sobre sí mismos, denominamos a esto, pensamiento basado en modelos mentales.
Pensamiento y decisiones
El pensamiento social es nuestra tendencia a identificarnos con otros y a aprender de ellos. En países subdesarrollados, al igual que en la República Dominicana, los individuos de sectores desfavorecidos manifiestan sentimientos que reflejan niveles de baja capacidad psicológica para actuar y reflejan comentarios como “no tenemos sueños ni imaginación” o también “sólo vivimos el presente”. Los tres modos de pensamiento que se colocan en contexto en el informe del Banco Mundial 2015 se aplican de igual manera a todas las sociedades humanas. Numerosos ejemplos prueban de la universalidad de la influencia de factores psicológicos y sociales en los procesos de toma de decisiones. En consecuencia, los tres principios de las decisiones humanas son: pensamiento automático, pensamiento social y pensamiento basado en modelos mentales. Desde el trabajo fundacional de Adam Smith (1759), los economistas han analizado los elementos psicológicos y sociales que influyen en las decisiones humanas. John Maynard Keynes reconoció la ilusión monetaria, la tendencia de pensar en el dinero en términos nominales y no reales y la utilizó en la propuesta contra el desempleo. Reconoció que muchas de nuestras inversiones a largo plazo reflejan “espíritus animales”, o sea, intuiciones y emociones, y no un cálculo frío. Sin embargo durante parte del siglo XX, a través de Paul Samuelson y otros (1938), surgió un movimiento progresivo, enfocado hacia el rechazo de los elementos hedonísticos, introspectivos y psicológicos. Así como Milton Freedman (1953) argumentaba, a partir de las evidencias disponibles, que los economistas podían ignorar los factores psicológicos al hacer una predicción sobre los resultados del mercado. Por consiguiente, el actor económico individual se entendía como un agente desapasionado, racional y centrado puramente en su propio interés.Interdisciplinariedad
En consecuencia, los últimos 30 años de investigaciones sobre los procesos de toma de decisiones realizados en diversas ciencias sociales y conductuales han llevado a los economistas a una etapa en la que miden y formalizan aquellos aspectos psicosociales de las decisiones que los estudiosos fundacionales de la economía consideran importantes. El empirismo muestra que cuando los individuos toman decisiones no tienen en cuenta todos los costos y beneficios, quieren ampliar con las expectativas sociales. La economía, de este modo, ha cerrado un círculo y ha regresado al punto de partida. Luego de una tregua de más de 40 años, se está reinventando una economía fundamentada en una comprensión más realista del ser humano. Estableciendo que la mente humana, a diferencia de una computadora, es psicológica, no lógica, es maleable y plástica, no fija ni estática.Para interpretar el fenómeno y para la toma de decisiones, los individuos utilizan modelos mentales dependientes de la situación y de la cultura misma, por lo que se analiza la conducta humana desde la interdisciplinariedad. Se puede mejorar el poder predictivo de la economía de esta manera. Este informe del Banco Mundial, sin dejar explícito a la neuroeconomía, y al sistema de neuronas en espejo y la teoría de la mente, que son los últimos descubrimientos de las neurociencias, por Rizzolatti (1996), los explica con el pensamiento automático, el pensamiento basado en modelos mentales y el pensamiento social.
*El autor es docente de neurociencias de la Universidad Católica de Santo Domingo
Fuente: http://www.listindiario.com/economia/2015/06/12/376152/print
CATEGORIES comportamiento humano economía
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