Más allá de plataformas como UBER, Airbnb o  Blablacar, compañías y grandes multinacionales están apostando por la economía colaborativa como fórmula para ofrecer más oportunidades a sus empleados.

Redacción, FMK

 

 
Es decir, que a la premisa bajo la que nace la idea de compartir bienes y servicios -habitualmente desde lo digital-, se suma la ventaja de que la red en la que se intercambia el producto es un núcleo integrado por personas que conectan entre ellas con un plus de confianza por pertenecer a la misma empresa.
 
Así lo explica Albert Cañigueral, el conector en España de la consultora especializada en consumo colaborativo OuiShare, quien asegura que empresas que cuentan con un buen número de empleados en distintas localizaciones pueden aprovechar esta circunstancia, no solo para intercambiar bienes, sino también para intercambiar ideas y hacer más productivo el trabajo a uno y otro lado del mundo.
 
Intercambio de casas y lingüístico
Casos como el de Collaborative Perks son ejemplo de cómo promover la economía colaborativa desde las compañías. Cañigueral señala que esta empresa ofrece el intercambio de las casas de los empleados, alquiler de las casas por días o intercambio lingüístico, de manera que si el trabajador de una  empresa que quiere viajar por el mundo, puede conectar con un compañero de otro país que esté interesado en hacer lo mismo, “siempre habrá más confianza hacia alguien que sabes que trabaja en tu misma empresa”, asevera Cañigueral.
 
Planes de movilidad
A este respecto, el RACE y Baker McKenzie están trabajando mano a mano para sacar adelante en las empresas planes de movilidad colaborativa que impliquen a los empleados, lo que es un beneficio no solo económico para los trabajadores, sino que también está en sintonía con el esfuerzo de las Administraciones públicas que limitan el uso individual del coche.
 
Esta propuesta es más factible para el viaje de entrada al trabajo pero no tanto para las salidas,  porque cada empleado sigue un itinerario diferente al marcharse del trabajo. Por eso, la solución según los expertos es que cada trabajador se apunte al vehículo que más compatibilice con sus necesidades. “Liberty Seguros, por ejemplo, da pluses salariales a los empleados que van al trabajo en bicicleta”, comenta Tomás Santacecilia, director de Seguridad Vial del RACE.
 
España, a la cabeza de la economía colaborativa en Europa
En España, el uso creciente del Smartphone, las redes sociales y el propio carácter español amplifican el uso de las plataformas colaborativas, tal y como lo confirmaba un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en octubre del pasado año, que revelaba que uno de cada tres usuarios de internet hace uso de estas plataformas al menos una vez al año.
 
Según los datos más recientes del Eurobarómetro en este sentido, las plataformas colaborativas obtuvieron en 2015 unos ingresos brutos que se estiman en 28.000 millones de euros, es más, el pronóstico a futuro según los expertos es que el número de personas que participan en Europa de esta economía rebase los 150 millones.
 
A la cabeza está España y la razón es clara: la dureza de la crisis que ha azotado al país en los últimos años ha propiciado esta tendencia para obtener bienes y servicios a precios más provechosos.
 
El Panel de Hogares de la CNMC manifestó que las plataformas colaborativas más usadas son las que se dedican a la compra o alquiler de productos de segunda mano (alrededor del 30% de los usuarios en internet la utiliza al menos una vez al año), a la que le sigue el alojamiento en casas (rozando el 10%) y las plataformas que ofrecen compartir coche en un mismo trayecto, que alcanza la cifra de un 6,4 % de uso.

 

Fuente:http://www.foromarketing.com/la-economia-colaborativa-irrumpe-la-empresa/