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24nov2016

Los robots ‘colaborativos’ llegan a las fábricas

  • Por Cazoll
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Empresas como Whirlpool, Boeing y GM están remodelando sus plantas con máquinas que pueden detener sus labores si una persona tropieza con ellas

 

 

Un nuevo empleado ha conquistado el corazón del personal de la planta de Whirlpool Corp. en esta localidad: se trata de un robot llamado Chappy.
 
Los empleados de la fábrica de secadoras de ropa dicen que se han encariñado con estos robots programables con un solo brazo que han asumido algunas tareas repetitivas, trabajando en concierto con sus colegas humanos. Este robot, que tomó el nombre de la operaria humana cuyas labores heredó, saca fotografías de los productos para buscar defectos.
 
“Si puedo conseguir algo de ayuda para hacer mi trabajo, estoy totalmente a favor”, dice Karen “Chappy” Beidler, que ahora tiene tiempo para concentrarse en revisar y arreglar las conexiones de cableado. “Es la tecnología ayudando a la mano de obra humana, una combinación imbatible”.

 

Whirlpool y otras empresas están remodelando sus plantas en torno a los “robots colaborativos” que pueden detener sus labores si una persona tropieza con ellos. Esa precaución les permite operar en espacios reducidos con poca o ninguna barrera protectora.
 
En la fábrica de General Motors Co. en Lake Orion, Michigan, los robots colaborativos apilan neumáticos de repuesto y aplican pegamento caliente en los modelos Chevrolet Sonic y Buick Verano. En la planta de la automotriz alemana BMW AG en Spartanburg, Carolina del Sur, ayudan a instalar puertas y parabrisas. En una planta del fabricante de aviones estadounidense Boeing Co. en Australia alisan partes remachadas de los 787, algo que pronto podrían hacer en una fábrica de Charleston, Carolina del Sur.
 
Los economistas atribuyen el descenso a largo plazo de los puestos de trabajo en el sector manufacturero de Estados Unidos en parte a la automatización, pero las empresas aseguran que la tendencia más reciente en automatización está más dirigida a mejorar la seguridad y aumentar la productividad que a recortar empleos.
 
Al ayudar a los fabricantes a aumentar la eficiencia, dicen los ejecutivos, los robots permiten que las fábricas de EE.UU. sean más competitivas frente a las de países con salarios más bajos. Si costos más bajos se traducen en más ventas, las empresas se podrían expandir y crear más empleos que requieren una mano de obra más calificada.
 
Los fabricantes de América del Norte instalaron más de 28.000 robots el año pasado, según la Asociación de Industrias Robóticas. Los robots colaborativos representan apenas una fracción del total, pero dicha organización sectorial planea hacer un seguimiento de sus ventas conforme compañías como Fanuc Corp. y Yaskawa Electric Corp. lancen nuevos modelos. ABI Research predice que el mercado de robots colaborativos ascenderá a más de US$1.000 millones en 2020, frente a US$95 millones en ventas mundiales el año pasado.
 
En el año transcurrido desde que empezó a comercializarlos, Fanuc América ha vendido menos de 100 robots, indica Rick Maxwell, su director de ingeniería, quien proyecta que las ventas de estos robots colaborativos podría crecer significativamente. “Hay una tremenda cantidad de interés” en el mercado, afirma.
 
Jeff Burnstein, presidente de la organización de robots, dice que las máquinas ayudan a los fabricantes estadounidenses a competir contra mano de obra más barata en el extranjero, pero agrega que también tienen límites. No son tan fuertes como los robots más grandes y puesto que se mueven más lentamente para no amenazar la seguridad de sus colaboradores humanos, no siempre son tan eficientes.
 
“Hay muchas aplicaciones para las que no son adecuados”, reconoce Burnstein.
 
Panther Global Technologies, un fabricante de cigüeñales, motosierras y componentes para herramientas de patio domiciliado en Wixom, Michigan, utiliza los nuevos robots para aumentar la eficiencia de su planta estadounidense. El próximo año, una década después de haber despedido a gran parte de su fuerza laboral en EE.UU. y trasladar su producción al extranjero, la empresa planea cerrar una de sus dos plantas en China y repatriar unos 40 empleos.

 

“Sin ellos [los robots colaborativos] habría sido imposible”, afirma el presidente ejecutivo de Panther, Don Leith.
 
El fabricante danés Universal Robots vende robots de un brazo por hasta $45.000. Estas máquinas pueden trabajar durante todo el día, tomando el lugar de los trabajadores en tres turnos. Cada empleado humano de producción gana un promedio de US$36.220 al año, sin incluir horas extras, prestaciones de salud y otros beneficios, según el Departamento de Trabajo de EE.UU. Las empresas también dicen que los robots generan ahorros de costos porque aplican materiales como el pegamento de manera más eficiente.
 
Los ejecutivos añaden que los robots liberan a los trabajadores de tareas monótonas y exigentes que pueden provocar lesiones. Los trabajadores de fábrica son los que tienen más probabilidades de sufrir accidentes laborales a causa de movimientos repetitivos, según el Departamento de Trabajo de EE.UU.
 
“Hay ciertamente un beneficio de productividad, pero estamos viendo múltiples beneficios adicionales”, dice Jim Keppler, vicepresidente de cadena de suministro integrada y calidad para América del Norte. El ejecutivo no quiso decir cuántos costos han reducido los robots.
 
Keppler señala que los trabajadores serán reasignados a medida que nuevos robots asuman algunas de sus tareas. Whirlpool ha visto ahorros de mano de obra y otros beneficios, pero Keppler recalca los robots colaborativos no pueden hacerlo todo. “Estos robots nunca van a reemplazar a nuestra fuerza laboral”, asevera.
 
En la fábrica de Whirlpool en Marion, ocho robots colaborativos ayudan a 2.200 empleados a producir alrededor de 18.000 máquinas secadoras al día. Además de revisar los aparatos para detectar posibles averías, mueven los tambores grandes, instalan los motores y prueban las trampas de pelusa.
 
Los líderes de la fábrica de secadoras de Whirlpool evalúan más de 40 labores que los robots colaborativos podrían hacer. “Ahora mismo estamos rascando la superficie”, observa Keppler.

 

Por ANDREW TANGEL
Fuente: http://lat.wsj.com/

CATEGORIES ciencia tecnología

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