- 11mar2016
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El lenguaje corporal moldea nuestra identidad
- Por Cazoll
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Una pose eficaz durante dos minutos puede ayudar a mejorar su rendimiento, ya sea para brillar durante una entrevista de trabajo, clavar una presentación u obtener ventaja durante una negociación crítica. Esto es lo que dice Amy Cuddy, profesora y psicóloga social de la Universidad de Harvard. No es una mera ilusión: ella cuenta con datos científicos que lo demuestran. Su charla en TED Talk en 2012 fue vista más de 31 millones de veces, y es el segundo video más popular de todos los tiempos de los disponibles en el sitio web. En el video, Cuddy le pide al público que se tome dos minutos en privado y cree una “pose de poder” antes de tratar con una situación de alto riesgo para mejorar su confianza y sus posibilidades de éxito.
Por Universia KnowledgeSu investigación muestra que nuestro lenguaje corporal no sólo afecta a la forma en que nos ven otras personas, sino también cómo nos vemos a nosotros mismos. Cuando se asume una postura de poder, nuestras hormonas reaccionan de forma inmediata, nuestra testosterona aumenta y disminuye el cortisol, lo que tiene como resultado un sentimiento interno de tranquila confianza que es percibido por los demás. La pose de poder es sólo un aspecto de lo que Cuddy llama “presencia”, tema de su nuevo libro, Presencia: sacar tu yo más audaz para satisfacer tus mayores retos [Presence: Bringing Your Boldest Self to Your Biggest Challenges].
En el siguiente extracto del libro, Cuddy explica qué le llevó a escribir un libro y por qué es importante “disimular hasta conseguirlo”, o, mejor aún, hasta convertirse en lo que uno pretende ser.
Estoy sentada en el mostrador de mi librería favorita en Boston: el café, el portátil abierto, escribiendo. Hace diez minutos que había pedido un café y un bollo. El empleado —una joven mujer de pelo oscuro, sonrisa generosa y gafas— se detuvo y dijo en voz baja, “Sólo quería decirle cuánto significó para mí su charla en TED Talk, lo mucho que me inspiró. Hace algunos años, mi maestro puso el vídeo en una clase que yo estaba tomando. Ahora estoy postulando a la escuela de medicina y quería que supiera que yo estaba en el cuarto de baño como la Mujer Maravilla antes de hacer la prueba de acceso y que me ayudó mucho. Gracias”.
Con lágrimas en los ojos, le pregunté: “¿Cuál es su nombre?”
“Fetaine”, dijo.
Este tipo de encuentro me ocurre más a menudo de lo que jamás podría haber imaginado: un extraño comparte conmigo una historia personal que muestra cómo se enfrentó a un desafío de forma exitosa y luego simplemente me da las gracias por mi contribución. Son mujeres y hombres, jóvenes y viejos, tímidos y gregarios, ricos y pobres. Sin embargo, hay algo que los une: todos se sentían impotentes frente a una enorme presión y la ansiedad, y todos encontraron una manera muy simple de deshacerse de esa sensación de impotencia. Suelo emocionarme cuando la gente me cuenta sus historias.
Para la mayoría de los autores, el libro viene primero, luego vienen las respuestas. Para mí fue todo lo contrario. En primer lugar, he escrito algunos artículos académicos, que nadie (o casi nadie) ha leído. Sirvieron de inspiraron para una charla que di en la Conferencia Mundial de TED en 2012. En ella, comenté una investigación que hice y que dio lugar a un descubrimiento inesperado y poco común acerca de cómo el cuerpo influye en el cerebro.
Como resultado de esta investigación, pude describir una técnica —la mujer de maravilla— que Fetaine mencionó en su testimonio […] y que puede aumentar rápidamente la confianza y reducir la ansiedad en situaciones complejas. No sabía si interesaría a las personas. Sin duda fue importante para mí. Inmediatamente después de los 21 minutos de video difundidos en Internet, empecé a oír hablar de gente que la había visto.
Por supuesto mi conferencia no transmitió de forma mágica a Fetaine el conocimiento necesario para que hiciera bien el examen de ingreso. Ella no adquirió misteriosamente una comprensión detallada de las características de la cepa bacteriana suave frente a la cepa rugosa dura, o cómo el teorema de trabajo-energía afecta a la energía cinética. Sin embargo, es posible que la liberara del temor que podría haber sido un impedimento para expresar las cosas que sabía. La impotencia nos rodea, y todo lo que creemos, sabemos y sentimos. Ella nos embarga, haciéndonos invisibles hasta el punto de alienarnos de nosotros mismos.
Lo contrario de la impotencia es el poder, ¿verdad? En cierto sentido esto es cierto, pero la cosa no es tan simple. La investigación que he estado haciendo desde hace años reúne una amplia gama de información acerca de una condición que llamo presencia. Esta presencia se deriva de la creencia y la confianza en nosotros mismos, son nuestros sentimientos, valores y capacidades reales y verdaderos. Esto es importante porque si no confiamos en nosotros mismos, ¿cómo podemos confiar en los demás?
No importa si estamos hablando delante de dos personas o cinco mil, si estamos siendo entrevistados para un trabajo, negociando un aumento o exponiendo una idea sobre un negocio a inversores potenciales, si estamos hablando en nuestro propio nombre o en nombre de una persona, todos vivimos momentos de intimidación que deben ser afrontados con equilibrio si queremos estar bien con nosotros mismos y seguir adelante con nuestras vidas. La presencia nos da el poder de crecernos ante esos momentos.
Fuente: http://www.knowledgeatwharton.com.es/article/mejore-su-rendimiento-con-una-pose-de-poder-en-solo-dos-minutos/?utm_source=kw_newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=2016-03-09
CATEGORIES comportamiento humano psicología
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