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09feb2015

La vida no es un guión ni viene con instrucciones

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Comportamiento humano: ¿Qué sentido tienen los “buenos propósitos”? A fin de año es frecuente oír frases como “tengo buenos propósitos para el año nuevo”. Pero, ¿qué significa en realidad esa expresión y qué sentido tiene? La consultora Cordula Nussbaum nos lo explica.

Por Gaby Reuche

 

Cordula Nussbaum: cada vez más personas prefieren ganar menos pero tener más tiempo para sí mismas

Cordula Nussbaum: cada vez más personas prefieren ganar menos pero tener más tiempo para sí mismas


 
En sus seminarios, entrenamientos y libros, Cordula Nussbaum siempre se enfoca en el talento individual de las personas, inspirándolas para que sigan sus propios caminos. La consultora radicada en Múnich fue elegida este año como la mejor consejera de gestión de tiempo por Stiftung Warentest, la fundación que compara la calidad de bienes y servicios para mantener informados a los consumidores alemanes.
 
Al final de cada año, Cordula invita a sus clientes a revelar sus propósitos para los siguientes doce meses en una campaña online. Su nuevo libro Geht ja doch! (¡Sí se puede!), que será lanzado en marzo de 2015, contiene consejos y estrategias para alcanzar metas e incluso volver realidad sueños o ideas que nos pueden parecer irrealizables en un momento determinado.
 
Deutsche Welle: Señora Nussbaum, usted lleva muchos años haciendo esta encuesta sobre los buenos propósitos para el año nuevo. ¿Ha cambiado lo que se propone la gente?
 
Cordula Nussbaum: Durante mucho tiempo lo que la gente quería era ser más exitosa, llegar más lejos profesionalmente, desarrollar más sus carreras… Ahora noto un gran cambio, un replanteamiento radical. La gente le está dando prioridad a otros valores. Esto incluye, por ejemplo, mejorar las relaciones interpersonales o encontrar un trabajo que sea inspirador, aparte de pagar las cuentas. En mis seminarios me he dado cuenta de que cada vez más personas prefieren ganar menos y tener más tiempo para sí mismas, para sus amigos o para otras actividades de interés.
 
Algunos especialistas sostienen que hay una gran diferencia entre plantearse los propósitos comenzando con un “quiero” y hacerlo con un “debo”. ¿Usted qué opina?
 
A mis ojos, la pregunta más importante que uno debe hacerse es “¿por qué?”. Por ejemplo, cuando alguien me dice que quiere dejar de fumar y yo le pregunto “¿por qué?”, tiendo a escuchar dos respuestas diferentes; unos contestan «porque me molesta” y otros simplemente, “porque quiero hacerlo”. Esas no son motivaciones significativas. Una razón de peso sería, por ejemplo, haber escuchado a un ser querido diciéndote: “cuando apestas a cigarro no me provoca abrazarte”. Sin embargo, detrás de los típicos “propósitos de año nuevo” rara vez hay una motivación fuerte. Cuando a alguien no se le ocurre por qué quiere comenzar a hacer ejercicios a partir del nuevo año, yo catalogo su propósito como una “meta con excusas previas” que no conducirá a ningún cambio verdadero.
 
¿Cómo se alcanzan las metas que uno se plantea con una buena razón?
 
Después de descubrir las motivaciones importantes, el siguiente paso es preguntarse: “¿qué puedo hacer para enrrumbarme poco a poco en esa dirección y actuar con pragmatismo?” Si lo que quiero es hacer más deporte me puedo plantear inmediatamente pequeñas metas como dejar de utilizar el ascensor e ir por las escaleras. Estas son las cosas que se pueden incorporar fácilmente a la vida cotidiana. Yo siempre recomiendo no ponerse metas demasiado altas como salir a correr tres veces por semana. Esto a menudo es más difícil de realizar. Si uno se inscribe en un gimnasio también tiene que pensar cuántas veces por semana o cuántas horas pretende ir, para mantener la meta en la mira.
 
En sus seminarios usted trabaja con la gente y la ayuda a alcanzar sus metas. ¿Cree que hoy en día todos necesitamos un consultor? La de las consultorías es un ámbito que parece estar cada vez más presente.
 
Sí, eso es cierto. Sin embargo hay muchas personas que no tienen la formación adecuada. Un consejero me puede ayudar a ver las cosas de manera más clara y más rápida. Yo como entrenadora observo mucho y por ende hago preguntas más específicas. Hace poco conocí a alguien que decía querer hacerse cargo de la compañía de sus padres y me di cuenta de que ese desafío no encajaba con su persona. Era más bien una meta ajena a él, algo que querían sus padres.
 

¿Por qué hay cada vez más gente buscando consejeros?
 
Creo que muchos buscan un consejero profesional porque se ha vuelto socialmente aceptable. Antes la gente tendía a buscar a un buen amigo y no había tantos consejeros profesionales. Ahora, muchas personas perciben como si estuvieran nadando en un mar de posibilidades y tienen la impresión de carecer de directrices. Antes uno solía estar socialmente más involucrado, tal vez en una comunidad religiosa, y ello le daba un sentido más específico a todo. Hoy en día las cosas son diferentes y no es raro que la gente se pierda entre la abundancia de opciones. Entonces, tiene sentido trabajar con un profesional que nos ayude a reencontrar nuestras propias metas y valores.
 
Encontrar directrices, alcanzar metas… ¿no es esto la eterna búsqueda de la felicidad?
 
La razón primordial para hacer lo que hacemos es ser felices. Pero el camino es distinto para cada quien. Y de esta manera volvemos al tópico sobre el que hablábamos al principio de esta entrevista. La gran pregunta del por qué se hace lo que se hace. ¿Qué es lo que te hace realmente feliz de aquello que quieres lograr? Así nos acercamos a las verdaderas metas y a las maneras más efectivas de alcanzarlas.
 
En el libro que usted publicará en marzo de 2015 usted dice que “una vida feliz y emocionante no se puede planear”. ¿Significa eso que debemos dejar de lado los buenos propósitos?
 
¡No! Lo que quiero decir con eso es que uno no puede saber exactamente qué va a hacer en un año o dos. Claro que tenemos la sensación de que debemos ser determinados, pero la vida no es un guión ni viene con instrucciones. Los buenos propósitos en términos de “¿qué me mueve, qué es importante para mí?” son los que nos llevan al camino indicado. Pero mientras lo recorremos debemos estar siempre abiertos a nuevas oportunidades, a posibilidades que se presentan, y luego ver a dónde me llevan. Si voy en la dirección correcta o estoy en el océano indicado no importa en qué isla desembarco. Los buenos propósitos nos sirven principalmente para comenzar la marcha.
 
Fuente: http://www.dw.de/qu%C3%A9-sentido-tienen-los-buenos-prop%C3%B3sitos/a-18163396

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