- 18ene2016
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Sembrar el engaño para vender productos
- Por Cazoll
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Se llama agnotología a la ciencia de sembrar el engaño para vender productos. Las tácticas de las grandes tabacaleras para ocultar las informaciones sobre los efectos nocivos del tabaco llevó a Robert Proctor a inventar una nueva palabra. «Exploré cómo las industrias poderosas pueden promover la ignorancia para vender sus productos. La ignorancia es poder… y la agnotología es la creación deliberada de ignorancia».
Por Georgina Kenyon, BBC Future
La confusión es una de las claves de la propagación de la ignorancia.
En 1979, un memorando secreto de la industria tabacalera se hizo público. Bajo el nombre de «El Tabaquismo y la Propuesta de Salud», y escrito una década antes por la empesa tabacalera Brown & Williamson, reveló muchas de las tácticas empleadas por las grandes compañías para contrarrestar los esfuerzos antitabaco.
Una de las secciones más importantes del documento analiza cómo vender los cigarrillos al gran público.»La duda es nuestro producto. (La duda) es la mejor manera de competir con el volumen de información que existe en la mente del público en general. También es el medio para crear controversia».
Esta revelación despertó el interés de Robert Proctor, un historiador científico de la Universidad de Stanford (EE.UU), que comenzó a indagar en las prácticas de las firmas tabacaleras y en cómo propagaban la confusión en torno a si fumar causa cáncer. Proctor averiguó que la industria tabacalera no quería que los consumidores supieran sobre los efectos dañinos de su producto, y que gastaron millones en ocultar informaciones sobre los efectos del consumo de tabaco en la salud. Esta investigación lo llevó a crear una palabra para estudiar la difusión deliberada de la ignorancia: agnotología. Proviene de agnosis, la palabra griega neoclásica que se refiere a la ignorancia o el «no conocimiento», y ontología, la rama de la metafísica que trata la naturaleza del ser.«Analizando la agnotología, descubrí el mundo secreto de la ciencia clasificada y pensé que los historiadores deberían haber prestado más atención a esto. El memorando de 1969 y las tácticas empleadas por la industria tabacalera se convirtieron en el ejemplo perfecto de agnotología», dice Proctor. «La ignorancia no es solamente lo aún no conocido, es también una estratagema política; una creación deliberada de agentes poderosos que quieren que no sepas».
Para apoyar su investigación, Proctor recurrió a la ayuda del lingüista de la Universidad de Berkeley (California, EE.UU), Iain Boal, y juntos desarrollaron el término. El neologismo fue acuñado en 1995, aunque gran parte del análisis de Proctor sobre el fenómeno había tenido lugar en décadas anteriores.
Ejercicio de equilibrio
La agnotología es tan importante hoy en día como lo era cuando Proctor estudiaba el ocultamiento de los hechos sobre la relación entre el cáncer y el tabaquismo por parte de las industrias tabacaleras.
Por ejemplo, la duda, motivada por cuestiones políticas, sobre la nacionalidad del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, fue sembrada durante muchos meses por sus oponentes, hasta que se hizo pública su partida de nacimiento en el año 2011.
Otro caso es el de algunos analistas políticos en Australia que trataron de sembrar el pánico al comparar la calificación crediticia del país con la de Grecia, a pesar de que ya estaba disponible información pública de las agencias de clasificación que ponía de relieve las diferencias entre ambas economías.
Proctor explica que la ignorancia a menudo puede propagarse con el pretexto de un debate equilibrado. Por ejemplo, la idea extendida de que siempre habrá dos puntos de vista opuestos, que no siempre resulten en una conclusión racional. Así era cómo las compañías tabacaleras utilizaban la ciencia para hacer que sus productos parecieran inofensivos, y esta técnica es utilizada hoy en día por los negacionistas del cambio climático para argumentar en contra de la evidencia científica.
«Esta rutina de equilibrio ha permitido a los hombres fumadores, y a los negacionistas del cambio climático hoy en día, alegar que hay dos versiones de cada historia, que los expertos no se ponen de acuerdo, creando así una falsa imagen de la verdad, y por lo tanto, la ignorancia».
Por ejemplo, dice Proctor, «muchos de los estudios que relacionan el tabaco con agentes cancerígenos se realizaron en ratones inicialmente, y la industria tabacalera respondió diciendo que las investigaciones con los ratones no significaban que la gente estuviera en riesgo, a pesar de que los resultados médicos eran adversos en muchos fumadores».Una nueva era de ignorancia
«Vivimos en un mundo de ignorancia radical y lo maravilloso es que cualquier tipo de verdad atraviesa el ruido», dice Proctor. «Incluso, a pesar de que el conocimiento sea accesible, eso no significa que se haya accedido a él», advierte. «Aunque para la mayoría de las cosas esto puede ser intrascendente -como, por ejemplo, para el punto de ebullición del mercurio- para otras cuestiones de mayor importancia política y filosófica, el conocimiento que tiene la gente a menudo proviene de la fe o de la tradición, o de la propaganda, más que nada».
Proctor averiguó que la ignorancia se propaga cuando, en primer lugar, mucha gente no entiende un concepto o hecho y, en segundo lugar, cuando grupos de intereses especiales, como una firma comercial o un grupo político, trabajan duro para crear confusión sobre un tema.
En el caso de la ignorancia sobre el tabaco y el cambio climático, una sociedad científicamente analfabeta probablemente será más susceptible a las tácticas usadas por aquellos que desean confundir y ocultar la verdad.Pongamos como ejemplo el cambio climático. «La primera lucha no es sólo sobre la existencia del cambio climático, es sobre si Dios creó la Tierra para que nosotros la explotemos, si los gobiernos tienen el derecho de regular la industria, si los ecologistas deberían estar facultados, y así sucesivamente. No se trata sólo de los hechos, sino también sobre lo que se imagina fluir desde y hacia esos hechos», dice Proctor.
Tomar nuestras propias decisiones
Otro académico que estudia la ignorancia es David Dunning, de la Universidad de Conrell, EE.UU. Dunning advierte que Internet está ayudando a propagar la ignorancia. Es un lugar «donde todo el mundo tiene la oportunidad de ser su propio experto, lo cual nos convierte en presa de los poderosos intereses que pretenden difundir la ignorancia deliberadamente». «Mientras que algunas personas inteligentes se beneficiarán de toda la información a tan sólo un click, muchos serán engañados por una falsa sensación de experiencia».«Lo que me preocupa no es que estemos perdiendo la capacidad de tomar nuestras propias decisiones, sino que tomarlas se esté convirtiendo en algo demasiado fácil. Deberíamos consultar a los demás mucho más de lo que imaginamos. Otras personas pueden ser también imperfectas, pero a menudo sus opiniones recorren un largo camino hacia la corrección de nuestras propias imperfecciones, y nuestra propia experiencia imperfecta ayuda a corregir sus errores», dice Dunning.
Dunning y Proctor también advierten que la difusión deliberaba de la ignorancia está muy extendida en las primarias presidenciales de los Estados Unidos, a ambos lados del espectro político.»Donald Trump es el ejemplo actual obvio en los Estados Unidos, al sugerir soluciones fáciles que son o bien inviables o inconstitucionales», dice Dunning.
Y aunque la agnotología pudo haber tenido sus orígenes en el auge de la industria tabacalera, hoy en día la necesidad tanto de una palabra como del estudio sobre la ignorancia humana es más fuerte que nunca.
Fuente: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/01/160114_vert_fut_finde_como_se_propaga_la_ignorancia_yv
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